Dice la poesía que no te calles.

Caer en un lugar común y encontrar asombro. Eso es poesía.

La poesía es la madre del asombro.

La poesía es la infancia del lenguaje.

Hay poemas que te prestan otros ojos.

Los poemas no abren puertas, crean salidas de emergencia, escoden guaridas, custodian madrigueras del asombro.

A veces uno no sabe lo que siente hasta que lo escribe.

El asombro es una mirada con todo el cuerpo, instante suspendido, casi incomunicable, de ahí que hayamos inventado la poesía.

Poesía es nacer y morir en todo.

La poesía es aguamadre de todas las lenguas.